Y también en mi se alza la ola. Se hincha, arquea el lomo. Una vez más tengo conciencia de un nuevo deseo, de algo que surge en el fondo de mi, como el altivo caballo cuando el jinete pica espuelas y después lo refrena con la brida. ¿Qué enemigo percibimos ahora avanzando hacia nosotros, tú, sobre quien ahora cabalgo, mientras piafamos en este pavimento? Es la muerte. La muerte es el enemigo. Es la muerte contra la que cabalgo, lanza en ristre y melena al viento, como un hombre joven, como Percival cuando galopaba en la India. Pico espuelas. ¡Contra ti me lanzaré, entero e invicto, oh Muerte!

Las olas rompían en la playa.

Las olas. Virginia Woolf

jueves, 9 de diciembre de 2021

Hedda Gabler. Henrik Ibsen

 


Siguiendo con el teatro en nuestro pequeño club de lectura leemos primero Hedda Gabler y luego Casa de muñecas. Me ha parecido una forma de escribir seria pero quizás no bella; una literatura dura y seca como los paisajes nórdicos. Con unos personajes llenos de matices que presenta con esa maestría del que con unas pequeñas pinceladas dice mucho. En su época entiendo que causara perplejidad, y como los buenos clásicos, todavía hoy nos llega, nos toca. Es seria su presentación de las mujeres, seria y fuerte. Sus personajes femeninos, sus hazañas heroicas ante la vida que les ha tocado son poderosos. Van creciendo en mi con el tiempo y eso es buena cosa.

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