Estaban mis hijos leyendo Pedro Páramo y yo solo recordaba lo mucho que me había gustado cuando lo leí, más o menos a su edad, pero no me acordaba de nada, como es habitual, así que decidí leerlo de nuevo. Qué bestia. Mi amigo Leandro dice que es la mejor novela (¿relato?) de la historia... bueno, no se si es para tanto pero sí de lo mejor. Como he estado leyendo estos últimos años a Faulkner no he podido dejar de ver muchas similitudes con su forma de escribir. Rulfo, como tampoco Faulkner, te lo pone fácil. No van diciéndote éste personaje viene de aquí o de allá; a este le pasa esto o lo otro. Van soltando detalles y con eso te lo dicen todo, no hace falta más. Rulfo posiblemente juega más contigo, juega un poco al despiste, Flaulkner ni eso. Es brutal la mezcla de la dureza y sobriedad de Faulkner con la concepción de la muerte mexicana. Mucho no se puede decir del argumento sin hacer spoilers, así que mejor no contar nada.
«Cuando me senté a morir, ella me rogó que me levantara y que siguiera arrastrando la vida, como si esperara todavía algún milagro que me limpiara de culpas. Ni siquiera hice el intento: "Aquí se acaba el camino -le dije-. Ya no me quedan fuerzas para más." Y abrí la boca para que se fuera. Y se fue. Sentí cuando cayó en mis manos el hilito de sangre con que estaba amarrada a mi corazón"
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