Y también en mi se alza la ola. Se hincha, arquea el lomo. Una vez más tengo conciencia de un nuevo deseo, de algo que surge en el fondo de mi, como el altivo caballo cuando el jinete pica espuelas y después lo refrena con la brida. ¿Qué enemigo percibimos ahora avanzando hacia nosotros, tú, sobre quien ahora cabalgo, mientras piafamos en este pavimento? Es la muerte. La muerte es el enemigo. Es la muerte contra la que cabalgo, lanza en ristre y melena al viento, como un hombre joven, como Percival cuando galopaba en la India. Pico espuelas. ¡Contra ti me lanzaré, entero e invicto, oh Muerte!

Las olas rompían en la playa.

Las olas. Virginia Woolf

sábado, 4 de junio de 2022

Ulises. James Joyce

 


Intenté leer Ulises hace años. Lo dejé, por supuesto, y estuve mucho tiempo cabreada con Joyce. Sólo le salvaba de mi desprecio absoluto haber escrito Los muertos. Pensaba que era un soberbio y que Ulises era una broma de mal gusto que solo pretendía restregar por nuestras narices lo sabio y culto que era. Ahora lo he vuelto a leer y esta vez lo he terminado, supongo que, como muchas personas, por amor propio. Creo que, en el fondo, sigo pensando lo mismo que en el primer intento.

Volviendo a releer los comentarios de Virgina Woolf sobre Joyce en la biografía de Irene Chikiar Bauer (comentada en este blog) me identifico completamente con ella. De la lectura de las 200 primeras páginas, Woolf comenta que ha sido entretenida, estimulada... pero también aburrida, irritada y "desilusionada como un estudiante mareado, que se rasca el acné"... ja, ja, ja, ¡genial, Virginia! Completamente de acuerdo. Cuando por fin lo lee hasta el final, dice que Ulises "es un fiasco", bueno, creo que se pasa un pelín. Dice que es "presuntuoso y maleducado" y que hace trucos. Completamente de acuerdo. Dice que no lo ha leído con detenimiento y que posiblemente ha "maltratado sus virtudes más de lo justo"; ella admiraba mucho a Joyce: "lo que hago está probablemente siendo mejor realizado por Mr. Joyce", aunque, hablando de sus contemporáneos, se queda finalmente con Proust; también de acuerdo.

Ulises tiene partes más accesibles en las que disfrutas de la belleza y fuerza de su escritura, y otras (muchas) en las que simplemente piensas que estás perdiendo el tiempo.

"Quiero que su vida siga siendo suya, la mía que sea mía. Un hombre ahogándose. Sus ojos humanos me chillan desde el horror de su muerte. Yo... con él juntos hacia abajo .... No podía salvarla. Aguas: muerte amarga: perdida".

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