Y también en mi se alza la ola. Se hincha, arquea el lomo. Una vez más tengo conciencia de un nuevo deseo, de algo que surge en el fondo de mi, como el altivo caballo cuando el jinete pica espuelas y después lo refrena con la brida. ¿Qué enemigo percibimos ahora avanzando hacia nosotros, tú, sobre quien ahora cabalgo, mientras piafamos en este pavimento? Es la muerte. La muerte es el enemigo. Es la muerte contra la que cabalgo, lanza en ristre y melena al viento, como un hombre joven, como Percival cuando galopaba en la India. Pico espuelas. ¡Contra ti me lanzaré, entero e invicto, oh Muerte!

Las olas rompían en la playa.

Las olas. Virginia Woolf

lunes, 3 de septiembre de 2018

¡Absalón, Ábsalón! William Faulkner

Por fin encontré una edición de ¡Absalón, Absalón! digna. Tenía dos, una de ellas la de Alianza y otra que no recuerdo, ambas en bolsillo, una porquería que casi no se abrían y tenías que hacer tanta fuerza para leer que te cargabas el libro por la mitad. Esta edición de Navona Ineludibles es una joya. Encuadernada en tela amarilla con interiores morados a juego con las letras y la cinta separadora, con letra grande y márgenes generosos es un gustazo (también lo pagas). Bueno es el libro de Faulkner que quería leerme, pero estaba esperando ver si encontraba una edición buena y así si. Si me había impresionado El ruido y la furia quizás Absalón lo he disfrutado más. Es algo más fácil de leer, más fluido. En El ruido no sabes en algunos momentos quien habla o cuando está pasando, Faulkner juega un poco contigo, sin embargo, en Absalón, en mi opinión, no experimenta tanto. Aún así no es un libro fácil de leer. Es necesario estar muy atento porque va preparando el camino, te va advirtiendo de lo que va a pasar sin decírtelo para luego soltarlo sin más en medio de un párrafo, aquello justo que estabas esperando a conocer como sin querer darle importancia, zas, te lo suelta... Es curioso porque son muy pocos personajes y cuando revisé el libro antes de empezar a leerlo y ví que hay una relación al final de personajes con una mínima biografía de cada uno pensé ¡qué exageración, ni que fuera una novela rusa! y sin embargo, volví durante la lectura una y otra vez a dicha relación ya que durante la novela no te da muchas pistas, simplemente un matiz aquí o allá, una pincelada, y durante la lectura te tienes que ir agarrando a todo lo que puedes. La historia es desde luego un drama de proporciones bíblicas, como el título, que se va desgranando poco a poco, y sin embargo, cuando lo vuelves a leer (en mi caso nada más terminarlo) te das cuenta de la cantidad de información que ya te da desde el principio pero sin que te des cuenta y empleando recurrentemente los pocos detalles que utiliza para describir a cada personaje, salvo quizás para definir al diablo...
No me acordaba pero al leer mi post sobre El ruido y la furia veo que también en ese caso lo volví a empezar a leer justo al terminar, la diferencia es que en esta ocasión me lo he vuelto a leer de cabo a rabo. Y volveré a él otra vez, supongo.

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