Acabo de leer el tercer volumen, La isla de la infancia, tras un descanso de Karl Ove, un descanso bastante largo. Ya me pasó tras el primero. Es tan intenso que necesito cambiar rápidamente de estilo. También es algo cansino. Pero bueno, me parece un buen escritor. De alguna manera, aunque puede resultar algo forzado, me recuerda esa literatura de detalle que tanto me gusta. Podría ser un poco Proust cuando se entretiene en mostrarnos cada milímetro de una escena. Pero ahí también está su mayor diferencia, ya que Knausgård nos describe hasta la exasperación todo lo que hace cada segundo.. muevo la mano, cojo la cucharilla que está un poco pringada de azúcar, subo, bajo, me siento en la cocina a tomar una galleta, me sueno la nariz... la mayoría de las veces, desde mi punto de vista, esas descripciones no aportan mucho. Me sobrecoge y llega más cuando describe sus sentimientos, sus pensamientos, el ambiente asfixiante en el que vive. Es un poco sorprendente que haya decidido contar al mundo su vida con tanto detalle y me pregunto si es realmente verdad todo lo que cuenta. Parece que sí, pero me llama la atención que alguien pueda recordar con tanta exactitud todo lo que hace cada hora de cada día, de unos días muchos de ellos intrascendentes, de su vida cotidiana, y de hace tanto tiempo, claro. Por ello a veces creo que tiene que ser en gran parte ficción, no todo, porque seguro que ese mundo en el que ha vivido es real, ese padre, ese pueblo... Sea o no ficción valoro mucho su estilo tan original, me parece una literatura de primer nivel. Me gustó el que más el primer libro de la saga, La muerte del padre, es absolutamente desgarrador. Me daba más pereza el segundo por el tema, Un hombre enamorado, y me ha gustado mucho este tercero. Seguro que no dentro de mucho afrontaré los siguientes.
No te lo tomes por lo personal
Hace 4 años
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