Y también en mi se alza la ola. Se hincha, arquea el lomo. Una vez más tengo conciencia de un nuevo deseo, de algo que surge en el fondo de mi, como el altivo caballo cuando el jinete pica espuelas y después lo refrena con la brida. ¿Qué enemigo percibimos ahora avanzando hacia nosotros, tú, sobre quien ahora cabalgo, mientras piafamos en este pavimento? Es la muerte. La muerte es el enemigo. Es la muerte contra la que cabalgo, lanza en ristre y melena al viento, como un hombre joven, como Percival cuando galopaba en la India. Pico espuelas. ¡Contra ti me lanzaré, entero e invicto, oh Muerte!

Las olas rompían en la playa.

Las olas. Virginia Woolf

domingo, 19 de mayo de 2019

Penas del joven Werther. Goethe

Llego a Goethe a través de Beethoven y he de decir que, de entrada, me caía mal. Me inspiraba curiosidad pero me caía antipático, y todo porque Beethoven idolatraba a Goethe, pero Goethe al conocerle, ya éste en la cúspide de su carrera, en el Olimpo de los dioses, se mostró muy frío y displicente con él. De todas formas, me digo, habrá que leer a aquel a quien tanto admiraba. Como no me atrevo con el teatro del Fausto empiezo por Las afinidades electivas. La novela, novela corta, no consigue atraparme, ni siquiera interesarme mucho. Se vislumbran algunos destellos de lo que es un buen escritor, sin duda. Pero es bastante tostón, convencional, machista... en fin, su época en pleno esplendor. Sin embargo, no me doy por vencida y me digo que no puede ser esto Goethe. Me lanzo entonces, acto seguido, a leer Penas del joven Werther, muy anterior cronológicamente hablando, ya que la escribe con veinticinco años y Las afinidades, con diez más. Esta obra, sin embargo, me atrapa. Es más suelta, va más al grano, se entretiene menos. Goethe en ambas reflexiona sobre la moral, los convencionalismos, la naturaleza humana, la mediocridad... pero en Werther, quizás al estar escrita en primera persona, nos enamoramos del personaje y sufrimos mucho con él. Además de ser una novela puramente romántica es, bajo mi punto de vista, una aguda reflexión sobre la nobleza del espíritu.

"No puedo comprender a la especie humana, que tiene tan poco juicio que se prostituye mezquinamente"

No hay comentarios: