Stefan Zweig desatado, en estado puro diría yo. Y yo he decidido entregarme a la historia y dejarme convencer y envolver del entusiasmo del autor... supongo que la historia no tiene errores. Por eso quizás, y porque lo explica con mucha coherencia, desde mi punto de vista, decido, ya al final de la historia, tomar parte, junto con Zweig, por Magallanes y no por Elcano.
La historia es apasionante y, como no podía ser de otra manera, Stefan Zweig la narra de una manera fluida y muy apasionada. Quizás es uno de los libros suyos más apasionados que he leído. Nos cuenta la historia tal y como él la ve, como la siente, tomando partido por unos o por otros. Y con él, termino el libro desolada. Ignorante, yo no sabía cómo había muerto Magallanes. El final de la historia tal y como nos la cuenta Zweig es de lo más triste.
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