Y también en mi se alza la ola. Se hincha, arquea el lomo. Una vez más tengo conciencia de un nuevo deseo, de algo que surge en el fondo de mi, como el altivo caballo cuando el jinete pica espuelas y después lo refrena con la brida. ¿Qué enemigo percibimos ahora avanzando hacia nosotros, tú, sobre quien ahora cabalgo, mientras piafamos en este pavimento? Es la muerte. La muerte es el enemigo. Es la muerte contra la que cabalgo, lanza en ristre y melena al viento, como un hombre joven, como Percival cuando galopaba en la India. Pico espuelas. ¡Contra ti me lanzaré, entero e invicto, oh Muerte!

Las olas rompían en la playa.

Las olas. Virginia Woolf

miércoles, 9 de septiembre de 2020

Cleopatra. Alberto Angela

 

En fin, uno se pregunta por qué no lee Bestsellers y esta es la respuesta. Una historia que de por sí es apasionante, el autor considera que la tiene que dulcificar, que la tiene que escribir como si fuera una cosa que pasa aquí, hoy, entre nosotros. En fin, como si fuéramos un poco simples, creo yo y no pudiéramos imaginarnos lo que pasaba en tiempos remotos. El libro no hay por donde cogerlo. No digo que no sea cierto todo lo que cuenta y no esté bien documentado. Pero el estilo me da un alipori que me muero. Además, para arreglarlo parece más una biografía de Julio César o de Marco Antonio que de Cleopatra, de la que acabamos sabiendo tan poco como antes.

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